Inteligencia artificial y traducción: ¿amenaza o herramienta revolucionaria?

Inteligencia artificial y traducción: ¿amenaza o herramienta revolucionaria?

A nadie se le escapa cómo en los últimos tiempos la inteligencia artificial (IA) parece copar titulares con toda suerte de avances aparentemente increíbles para el desarrollo humano.

El éxito que ha supuesto la aplicación de la IA en diversos campos, como la medicina, la educación o el entretenimiento, nos lleva a Najual Traductores & Intérpretes a interesarnos y analizar su influencia y desafíos más relevantes también en el mundo de la traducción y la interpretación.

La IA en la traducción y la interpretación: ¿ha llegado la panacea en la comunicación?

El principal dogma de la traducción y la interpretación implica no solo la conversión de palabras, sino también la transmisión de aspectos culturales, pragmáticos y estilísticos. ¿Hasta qué punto puede la IA ser precisa en estos aspectos? Y es que es importante resaltar que la traducción y la interpretación requieren una gran habilidad lingüística, conocimiento del contexto y sensibilidad intercultural.

La IA ha desarrollado sistemas de traducción automática (TA) que utilizan algoritmos y bases de datos para traducir textos o interpretar discursos de forma rápida y eficiente, sobre todo los sistemas basados en redes neuronales como el famosísimo Chat GPT. Son más rápidos que un traductor e intérprete humanos, lo que permiten ahorrar tiempo y recursos. Pero no son infalibles ya que no son autoconscientes, aún estamos lejos de que eso ocurra.

Y es que la IA también presenta serias limitaciones para el mundo de la traducción y la interpretación.

Su incapacidad de captar todos los matices y sutilezas del lenguaje humano, como las metáforas, las ironías o las emociones, hace que aún no pueda adaptarse a todos los contextos y situaciones, como los cambios de registro, las diferencias culturales o las ambigüedades. No es un secreto que la IA a veces produce traducciones literales, incoherentes o inapropiadas.

Creer que la IA va a sustituir el trabajo de los traductores e intérpretes puede reducir la demanda y el valor de los servicios de traducción e interpretación humanas, lo que podría afectar a la calidad y a la diversidad lingüísticas.

En definitiva, la inteligencia artificial es una herramienta poderosa y útil para el mundo de la traducción y la interpretación, pero también tiene sus limitaciones y riesgos. La IA necesita de la supervisión y la creatividad de traductores e intérpretes humanos profesionales para ofrecer las mejores soluciones posibles. La IA, como herramienta para el traductor e intérprete humanos se convierte en su aliada, pero no en su sustituta.